Ya hace unos cuantos días que estamos viviendo una situación donde los «artistas» vuelven a reclamar sus «derechos» y cada vez que veo en televisión o leo en cualquier medio sus quejas no puedo hacer más que cabrearme. Ya hace unos cuantos años que cada vez que compras un CD o DVD virgen en casi todas las tiendas de España estamos pagando un impuesto revolucionario, gestionado por una entidad privada, y que sirve para compensar las supuestas perdidas del mercado musical que conllevará ese soporte óptico. Soporte que podemos utilizar para guardar fotos de las vacaciones, hacer copias de seguridad de nuestros archivos de trabajo o grabar pistas de audio creadas por nosotros mismos, pero que el gobierno y otras entidades quieren hacer creer a la opinión pública que sólo se utiliza para piratear música con derechos de autor.
La situación ya roza el ridículo y ahora también quieren que, otra entidad privada, pueda cerrar los sitios web que se le antoje sin decisión de un juez ¿Esto es una democracia? Quizá lo peor sea que los máximos beneficiado de este tipo de actuaciones son los que fueron alguien años atrás pero que hoy en día son sólo un recuerdo, gente que vivió una buena época y no supo seguir (o no quiso) y ahora quiere vivir de rentas pasadas. Creo que no hace falta dar nombres.
Yo admito que soy de los que no compra música, ni películas en DVD, pero no me importa gastarme 8 euros en ver una película en el cine (cuando creo que valdrá la pena) o pagar 30 euros por ver a alguno de los grupos que me gustan en directo. Creo que hoy en día los mercados se tienen que adaptar, igual que nos adaptamos los curritos.
¿Quién quiere comprar un CD hoy en día? La mayoría escuchamos la música desde nuestros ordenadores o desde un reproductor portátil (iPod u otros), en los coches tenemos posibilidad de conectar estos reproductores y podemos llevar un montón de música. Además algunas tienes online ya han demostrado su liderazgo frente a los medios más tradicionales (iTunes es la tienda de música, física o virtual, que más música vende en EEUU).
Señor «artista» si quiere ganarse la vida con la música empiece a hacer kilómetros y conciertos en directo, el negocio de la venta de música se le ha terminado y más a esos precios abusivos a los que están acostumbrados, adáptese o cambie de oficio, pero no intente vivir a costa de los demás.